TRIBUNA

ANTONIO AMORÓS SÁNCHEZ

Grup d’Elx

Un colectivo comprometido con las artes, que no solo contribuyó a fortalecer y ampliar la historia de nuestro pueblo, sino que dejó un legado artístico importante y un mensaje para el presente y las futuras generaciones: valentía, compromiso, solidaridad y lucha por la democracia y la libertad.

En la década de los 60-70, España vivía momentos de incertidumbre, de agitación social y política, jóvenes artistas empezaron a romper su resignación y los moldes de una sociedad umbrosa y triste. Unos inspirados por el movimiento obrero-sindical, otros en su lucha contra la Dictadura, otros inspirados por la revuelta de mayo del 68 en Francia. Tomás Almela, Andreu Castillejos, Pola Lledó, Albert Agulló, Sixto Marco, Joan Castejón y Toni Coll, artistas comprometidos, perturbadores, inconformistas, artistas plásticos de aquella sociedad ilicitana que indagaron los colores de un mundo en ebullición, de una situación social que no les agradaba. Unos caminaron por separado con la fuerza vital necesaria para plasmar su obra de manera individual en una permanente reflexión sobre el arte y su necesidad.

Curiosamente cuatro, cuatro artistas plásticos, cifra que sugiere la idea de la universalidad, los que viven en el mundo de la luz.

Otros, como Albert Agulló, Sixto Marco, Joan Castejón o Toni Coll se congregaron para decidir sobre un movimiento artístico-plástico al que llamarían Grup d´Elx, con la firmeza y el compromiso, tal como declamó a todos los vientos Albert Agulló, de «realizar arte comprometido, de practicar la revolución con el cómo y el qué de hacer las cosas, ya sea pintura, dibujo, escultura, música poesía, teatro». Curiosamente cuatro, cuatro artistas plásticos, cifra que sugiere la idea de la universalidad, los que viven en el mundo de la luz. Gemma Mira comenta: «Se alinearon con los nuevos movimientos vanguardistas, rebelándose a través de la plástica contra las normas estéticas-clásicas, realistas y de la sociedad mercantilista del momento, dedicándose a la investigación de nuevas técnicas artísticas, materiales y de procedimientos».

El arte, medio de expresión libre

Es verdad que la historia de un pueblo la componen todos y cada uno de sus habitantes, pero el Grup d´Elx, como colectivo comprometido con las artes no solo contribuyó a fortalecer y ampliar la historia de nuestro pueblo, sino que dejó un legado artístico importante y un mensaje para el presente y las futuras generaciones: valentía, compromiso, solidaridad y lucha por la democracia y la libertad. Decía un prestigioso escritor francés que «el arte es un modo que tiene el hombre de rescatar su propia grandeza oculta». Y tenía mucha razón porque el primer deber de un hombre es desarrollar lo que posee, todo aquello en que puede convertirse, sobre todo cuando en ese hombre se encuentra un alto porcentaje de sensibilidad artística y cultural. Y la pintura ha sido para el Grup d´Elx el espacio vital de su vida en el que poder cobijarse, reflexionar, crear, estar y volar con la inspiración. Ejercían el arte como medio de expresión libre, convirtiendo a esta en transgresora de
los poderes públicos, de las ideas trasnochadas, de las políticas totalitarias que atentan contra el libre desarrollo de la sociedad, contra el sectarismo, contra las personas; contra la libertad de expresión que es, como diría Kant, «aquella facultad que aumenta la utilidad de todas las demás facultades». Aparte de su compromiso con la sociedad, Sixto Marco, Antoni Coll, Albert Agulló y Joan Castejón eran pintores rigurosos, exigentes, arquitectos de edificios poéticos con sólidas e inquietantes imágenes plásticas que trascienden más allá del umbral de nuestro agitado entorno, desnudan su pensamiento, sus dudas, su verdad y evocan en sus cuadros una multiplicidad de sensaciones que penetran en nuestra mente y alteran
nuestro espíritu.

El lenguaje plástico que emplean les llega de la persistente inspiración que les produce lo más profundo de la realidad. Son pintores difíciles, de mixtura de cuerpos y pensamientos controvertidos, de paisajes, a veces duros, que erizan el alma

El lenguaje plástico que emplean les llega de la persistente inspiración que les produce lo más profundo de la realidad. Son pintores difíciles, de mixtura de cuerpos y pensamientos controvertidos, de paisajes, a veces duros, que erizan el alma de aquellos que contemplan sus obras, pero al mismo tiempo crean conciencia. También son amables y espirituales, aunque ellos no lo perciban, pero muy lejos de esa espiritualidad engañosa y falsa pulimentada por las apariencias de un amor falso.

Profetas en su tierra. Vuelve el Grup d’Elx (M. Alarcón)

El arte y la libertad son elementos inseparables, caminan parejas con el pensamiento, el estudio y la inspiración creadora, ineludible en la transmutación «pictográfica» de un lienzo en blanco en un hermoso paisaje o en un exabrupto contra la injusticia. Ellos defendieron la libertad, nuestra libertad, a través de sus obras que quedarán para siempre entre nosotros, en nuestra memoria y nuestra historia, sin olvidar la obra viva de Joan Castejón, el último exponente del mítico «Grup d’Elx».

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